domingo, 22 de febrero de 2015

Tenemos la costumbre,

al preparar los bolillos para iniciar una nueva labor, de llenarlos  todo lo que podemos. ¡Y no digamos cuando el hilo es fino!,  siempre nos parece poco. Además no se nos olvida echar la propinilla. Recuerda que es suficiente  llenar los bolillos con dos veces y media el tamaño del pañuelo. Lógicamente los pares pasivos del pie necesitarán mucho menos y los guías de las ondas o de los zig-zag algo más.
Cuando acabamos el trabajo, y no sabemos qué hacer con todo el hilo que ha quedado, es el momento de realizar esa pequeña pieza para  un broche o un encaje de hilos cortados como un Brujas.
Me habían propuesto dar un curso de este encaje en el Congreso que iba a celebrarse en Marbella. Como ya sabrás, se ha suspendido, por lo que el abanico que había diseñado para la ocasión, te lo regalo para que puedas utilizar todos esos hilos que te han sobrado del último pañuelo. Sólo espero que el próximo fin de semana no te lo encuentres fotocopiado (y vendiéndolo) en cualquiera de los puestos de ese encuentro al que vas a ir.
El diámetro interior es de 11 cm. y el exterior de unos 25,5 cm. El hilo que debes utilizar es algodón del 50/2. Si quieres ampliarlo porque tu hilo es más grueso, ten en cuenta las dimensiones del varillaje que vayas a utilizar. También, con unas sencillas modificaciones, lo puedes transformar en un bonito tapete redondo.
Me gustaría que si te decides a hacerlo me envíes una foto y la publico.  ¡ANIMATE!